23 ago 2012

NEUQUEN: ACTO - BASTA DE VIOLENCIA HACIA LAS MUJERS

VIERNES 24/8 18 HS. en el Monumento Gral. San Martín. Declaración Mujeres de Nuestra Lucha. NI UNA MUERTA MAS

de Agrupacion Violeta Negra En Ate, el El jueves, 23 de agosto de 2012 a la(s) 20:10 ·
BASTA DE VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES
BASTA DE FEMICIDIOS

Andrea Ioga , Cantante, logró la exclusión de su hogar de su ex exposo Diego Arnedo,  músico de “Dividos, por una brutal golpiza que este le propinó.

Mariana Elizabeth Elias, agredida a golpes de puño durante 4 hs  y pisoteada en la panza por su pareja Mauro Sauco de 28 años, quien ya habia sido denunciado por la victima en al menos 2 oportunidades.

Lucia Gallo de 22 años, quemada, con graves heridas en el 50 % de su cuerpo, por el ataque perpetrado por parte de su pareja un agente de la policía, Emanuel Figueroa

Natalia Riquelme, quien denuncio 15 veces a su ex pareja por golpes y agresiones, pero que recién logro que se escuchara su voz cuando su madre filmo al atacante y a pesar de esa prueba , solo lo intimaron a una restricción al hogar o cercanía de  la victima por solo  tres meses.
Estos son solo los casos más relevantes de los últimos tiempos. Es que la violencia hacia las mujeres se ha convertido en la primera causa de muertes de mujeres a nivel mundial; En nuestro país según las estadísticas de la Oficina de Violencia Domestica de la Corte Suprema de Justicia desde septiembre del 2008 hasta mayo del  2012 se han registrado 28.000 denuncias, de las cuales el 80% fueron radicadas por mujeres y niñas. Estas cifras son alarmantes de por si, pero  además se calcula que por cada denuncia realizada hay dos o tres casos que se silencian. Por otro lado y según datos de  la ONG la Casa del Encuentro, en el año 2010 se registraron  260 femicidios, en el año 2011 fueron 272 y hasta abril de este año, ya se registraron 79. Desde el caso de Wanda Taddei en  2010, más de 50 mujeres  han sido quemadas por sus parejas hasta la fecha. Muchas de las denunciantes mueren antes de que actúe la justicia, esperando que alguien rescate de los cajones del olvido de comisarías y juzgados, las denuncias realizadas por ellas. Estos asesinatos son el último y más tremendo eslabón de una larga cadena de múltiples y variadas formas de violencia: las violaciones y abusos, los maltratos y los golpes, el desprecio y la humillación, etc.  Pero también hay otras formas de agresión y violencia inflingida contra las mujeres por el Estado capitalista, sus instituciones y sus agentes, ejemplo de estas son la represión ejercida por las fuerzas armadas, la subordinación impuesta por la Iglesia, la prohibición de derechos elementales que nos condenan a situaciones de inferioridad con respecto a los varones, el secuestro de niñas y jóvenes por las redes de trata y prostitución, la utilización de la imagen de la mujer que nos reduce a ser un objeto sexual para el disfrute de terceros, sin tener en cuenta nuestros propios intereses, la falta de oportunidades para la educación y el trabajo, la precarización laboral que  condena al 40 % de las mujeres al trabajo no registrado, el pago de menor salario que recibimos por el mismo trabajo que realizan nuestros compañeros varones, la baja calificación laboral que nos asignan,  el acoso sexual por parte de los patrones, jefes y gerentes que nos creen su propiedad, la esclavitud de las trabajadoras migrantes en talleres clandestinos y otras condiciones desiguales que sufrimos las trabajadoras,  entre otros.
Por eso, no podemos reducir el problema de la  violencia solo a la mal llamada violencia "familiar" o "doméstica", porque esta denominación tan utilizada y naturalizada, es una operación ideológica que tiende a hacernos creer que se trata de un asunto privado, en el que no hay que meterse. Pero además, oculta el hecho de que esa violencia ejercida por las personas más cercanas a la víctima, y concretada en el ámbito privado, está originada, sostenida e incluso hasta justificada por una sociedad en la que la violencia contra las mujeres se ha convertido, trágicamente, en "sentido común" y cuyas consecuencias  las sufren, más crudamente, las mujeres de las familias obreras y pobres.
Nosotras, las mujeres que integramos la Corriente Nuestra Lucha  sostenemos que no podrá acabarse con la violencia ni con la opresión hacia las mujeres en tanto persista este sistema basado en la miseria, la inequidad y las condiciones aberrantes de existencia impuestas a millones de seres humanos por los intereses de una minoría parasitaria y sedienta de ganancias. La salida a tanta violencia no es  la confianza plena en los decretos presidenciales o  en leyes penales o civiles que ya existen pero que están vaciadas de presupuestos y recursos  y por lo tanto no han sido implementadas, sino en las calles organizadas junto a nuestras amigas, vecinas, compañeras de trabajo y estudio,  peleando por nuestros derechos.
Este 24/08, a las 18 hs. en el Monumento Gral. San Martín, súmate a la jornada de lucha contra la violencia hacia las mujeres y exigí con nosotras:
Refugios u hogares transitorios para las mujeres víctimas de violencia y sus hijos e hijas, garantizados por el Estado y bajo control de las propias víctimas de violencia, organizaciones de mujeres y trabajadoras, con gabinetes de profesionales y especialistas, sin presencia policial ni judicial.
En nuestros lugares de trabajo y en los sindicatos, creación de comisiones de mujeres, independientes de las patronales, que se ocupen de los casos de acoso sexual o laboral, que peleen junto a sus compañeros varones para terminar con la precarización laboral  y discriminación hacia las trabajadoras.
Subsidios acordes a la canasta familiar para las víctimas de violencia que estén desocupadas, acceso a la vivienda y trabajo para todas. Licencias pagas para las trabajadoras que atraviesan una situación de violencia, con atención en salud cubierta íntegramente por la patronal y las obras sociales.
MUJERES DE LA CORRIENTE NACIONAL NUESTRA LUCHA

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