18 abr 2017

FRENTE POPULAR DARIO SANTILLAN: POR UN GRAN ACUERDO DE LA IZQUIERDA PARA FRENAR LA OFENSIVA MACRISTA



A poco de cumplirse un año y medio de mandato de Mauricio Macri, bastan los elementos de la realidad para afirmar que Cambiemos gobierna en perjuicio de las mayorías populares. Dicho de otro modo, es un gobierno antipopular que mediante una serie de políticas regresivas, no ha hecho más que profundizar la brecha entre ricos y pobres beneficiando a los sectores más concentrados del capital en detrimento de millones de trabajadores y trabajadoras. Sin la famosa “lluvia de inversiones”, lo único que se derrama hacia el pueblo es un plan económico que genera hambre y miseria. Con miles de trabajadores y trabajadoras despedidos, millones en la pobreza y sin perspectivas de un cambio de rumbo. Lejos de corregir esta situación, el propio presidente Macri se encargó de decir que, “no hay un plan B para la economía”.

Por si hace falta aclarar para algún desprevenido/a, nuestra organización fue independiente y muy crítica en términos generales del proyecto de “capitalismo con inclusión” que encabezaron primero Néstor y luego Cristina Kirchner. Pero solamente alguien cegado por la necedad puede no advertir que el gobierno de Macri representa un “cambio” mucho más drástico, que no ha hecho más que profundizar los pilares de la desigualdad en Argentina.

No habíamos observado hasta ahora, una ofensiva tan contundente contra el movimiento popular en general y el movimiento obrero organizado en particular desde las décadas del 80 y 90, años de hegemonía del proyecto neoliberal. Si bien el contexto internacional en el cual está inserto nuestro país es diferente, la ofensiva política, ideológica y mediática para quebrar al movimiento popular de parte del macrismo, permite el paralelismo.

Una de las condiciones para desplegar una política neoliberal es el disciplinamiento del movimiento obrero organizado. Por eso la fuerte ofensiva política y mediática para estigmatizar y demonizar el paro convocado por la CGT y las CTA el día 6 de Abril, y por eso la represión por parte de Gendarmería hacia quienes se manifestaban por un paro activo en la Panamericana y otros accesos. Pero antes estuvo el ataque inédito a los docentes, mediante una oferta salarial vergonzosa, intentando quebrar la organización de las medidas de fuerza. Se le quitó la personería gremial a los metrodelegados del subte y en el plano regional nuestro país pasó a condenar al gobierno venezolano y a re alinearse con los gobiernos liberales. Podríamos seguir enumerando medidas que persiguen un fin disciplinador del conjunto de la clase trabajadora argentina, una de las más combativas y organizadas de la región.

Pero al mismo tiempo nos parece importante señalar que el triunfo electoral de Cambiemos no se dio sobre la base de una derrota social de las clases populares. Por eso nuestro pueblo salió masivamente a la calle durante el mes de marzo para gritar #MacriParaLaMano. Estamos conmovidos/as y esperanzados/as por la movilización docente que se plantó ante el autoritarismo del ministro Esteban Bullrich y de la gobernadora María Eugenia Vidal. Con la misma masividad también se expresó el movimiento de mujeres el día 8. Luego fue el turno de las organizaciones populares que pelean por la implementación de la Ley de Emergencia social. Miles se movilizaron también el 24M por Memoria, Verdad y Justicia, contra la política negacionista fomentada por miembros de Cambiemos que no persigue otro fin que restaurar la impunidad de quienes se llevaron la vida de 30 mil compañeros y compañeras.

Desafíos y tareas
Este escenario nos obliga a estar a la altura del momento histórico. Creemos que una tarea fundamental de la actual etapa política es construir una agenda de derechos sociales, políticos y laborales que ningún gobierno pueda desconocer ni avasallar.

He aquí una de las claves para derrotar el proyecto de ajuste y miseria de Cambiemos.
Esa agenda se debe basar en una profundización y en el desarrollo de la movilización popular sin mezquindades ni sectarismos. No sólo se trata de resistir, sino de unir el reclamo del movimiento obrero organizado, del sector de trabajadores y trabajadoras de la economía popular, de integrar la lucha de las mujeres y demás identidades disidentes, del movimiento de Derechos Humanos, y todo el arco de movimientos democráticos y de izquierda que plantean una alternativa frente a este programa político y económico regresivo de Cambiemos

Otro de los desafíos centrales que enfrentamos las organizaciones populares es poder capitalizar políticamente el acumulado de luchas sociales de las que somos en parte protagonistas. Un camino para esto, es también la intervención político-electoral.

A principios de la década del 90 en America Latina, surgieron una serie de gobiernos populares o progresistas que con matices fueron la expresión de un período de alza de luchas y resistencias contra el proyecto neoliberal. La Venezuela de Chávez y la Bolivia de Evo Morales, son expresión de este proceso. En la Argentina post 2001 esto no ocurrió. Mas allá de una serie de medidas progresivas, el kirchnerismo no supo, no pudo o no quiso avanzar en transformaciones estructurales que sirvan para modificar -como ya dijimos- los pilares de la desigualdad en Argentina. El crecimiento de la extranjerización  y de la concentración de la economía entre 2003 y 2015 es expresión de ello.

De cara de las próximas elecciones legislativas, vemos como el gobierno macrista –envalentonado por la marcha del 1A- intenta reeditar la polarización con la ex presidenta Cristina Fernández de la que tanto se sirvieron uno y otro. Si bien es innegable que la ex presidenta puede constituirse como una de las principales figuras opositoras, creemos humildemente que hay que construir una alternativa superadora a las expresiones de la política tradicional. No queremos volver a protagonizar un ciclo de alza en las luchas callejeras, que luego sea capitalizado electoralmente por proyectos políticos que no son capaces de implementar una agenda de los movimientos populares y los sectores democráticos y de izquierda para nuestro país.

No somos ingenuos/as ni soberbios/as. Sabemos que el camino para constituirnos como una alternativa electoral al macrismo será largo; pero sin atajos, debemos comenzar a transitarlo y proyectarlo con todas nuestras fuerzas. Para eso hay que empezar de una vez a sentar las bases de una experiencia política disruptiva en la Argentina, que empalme con lo mejor de los procesos populares de la región y otras partes del mundo.

Es por todo esto que creemos que la fragmentación actual de la izquierda no contribuye a pararle la mano a Macri, ni a proponer un escenario superador. Por eso, creemos que en estas elecciones legislativas de 2017 tenemos un primer examen fundamental para construir verdaderamente una expresión unificada de todas las fuerzas de izquierda.

Para ello, nuestra propuesta es poder establecer un diálogo que desemboque en un acuerdo electoral entre todas las expresiones de izquierda que nos oponemos al gobierno de Cambiemos. Es así que, desde el humilde lugar que nos toca, llamamos a todas las expresiones político-electorales de la izquierda popular, la izquierda trotskista, y del centro izquierda progresista, a lograr un diálogo maduro y sin mezquindades, que logre cristalizarse en una propuesta electoral unificada.

Pensamos que ese diálogo debe desembocar en un gran Acuerdo Electoral de la izquierda de cara a las próximas elecciones. Por mencionar algunas expresiones que disputan el plano electoral en el área metropolitana de Buenos Aires, nos referimos a las compañeras y compañeros integrantes del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, de Ahora Buenos Aires, de Izquierda Popular, de Pueblo en Marcha, de Autodeterminación y Libertad, de Poder Popular, de Izquierda al Frente por el Socialismo, y de todas las expresiones políticas que se reconozcan en las tradiciones populares y de izquierda que enfrentan al macrismo. Creemos que en este diálogo también deben participar las expresiones del nacionalismo popular revolucionario que no integren las coordenadas del peronismo orgánico, ni del  massismo, ni del pseudo progresismo de Stolbizer y Lousteau.

Nuevamente, no somos ingenuos/as. Sabemos que todos estos espacios tenemos diferencias entre sí. Pero también creemos con toda nuestra fuerza en que el actual momento histórico exige de esfuerzos denodados para presentarle a la sociedad una verdadera alternativa unificada desde la izquierda. También consideramos que, en caso de no estar a la altura de consensuar listas electorales de unidad, la instancia de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias puede ser una manera de dirimir el orden de las candidaturas.

Pero no queremos que esta propuesta quede solamente en una declaración pública. Por eso, y para poder dar cuerpo a esta propuesta, honesta y fraternalmente iniciaremos una ronda de reuniones, debates y diálogos con las fuerzas mencionadas, en función de acercarles nuestra mirada y recibir aportes y sugerencias para caminar en función de la necesaria y esperada unidad.

Por un Acuerdo Electoral de toda la izquierda para frenar a Macri!

Frente Popular Darío Santillán
Abril 2017

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